- El respeto de sí mismo se aprende. El respeto de sí mismo es una respueta aprendida a la totalidad de las experiencias de la vida. Un niño nace sintiéndose bien acerca de sí mismo, aunque sea inherente la tendencia a sentir en forma positiva o negativa. El respeto de si mismo generalmente evoluciona de la interacción diaria de un niño con otras personas. Entonces el niño desarrolla sentimientos positivos o negativos acerca de su dignidad personal, basándose en la suma total de las experiencias de la vida.
Cuantas más experiencias positivas ponga al alcance de su hijo y mientras más positivas sean las reacciones que recibe de parte de usted, tanto mayor será la posibilidad de que aprenda que él es una persona valiosa y adecuada.
- El respeto de sí mismo debe ser ganado. Una tarea que vale la pena y que hace bien estimula el sentimiento de suficiencia. Las riquezas y las posesiones se pueden heredar, pero los sentimientos de respeto se aprenden. Como resultado, lo que se relaciona con la situación