¿Cómo pueden los padres convertir este singular y escurridizo anhelo en una hermosa y satisfactoria realidad? Esta responsabilidad no se realiza automáticamente con el transcurso del tiempo. Los hijos y las hijas dejados a su propio arbitrio no se convierten repentinamente en personas que reciben una corona de laurel o una medalla de oro cuando sean mayores de edad.
EL proceso de dotar a los hijos con los recursos físicos, psicológicos, profesionales y espirituales es prolongado. Además, requiere información y conocimientos especiales y difíciles de obtener. Por eso, muchos padres responsables y deseosos de ayudar a sus hijos no pueden satisfacer su justo anhelo de verlos progresar hasta alcanzar el éxito en sus vidas.
Le sugerimos que lea los contenidos de esta obra, para comprobar su utilidad y eficacia, en la delicada, difícil e ineludible responsabilidad de formar hijos vencedores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario